No hay muchos artistas como Richard Hawley, que con poco tiempo se ha labrado una discografía extensa y bastante digna, el llamado "crooner del siglo XXI" deleitó a los que nos hallábamos en una sala Heineken que exhibió un sonido impecable con un show de mas de hora y media de duración en el que el músico natural de Sheffield presentaba su último trabajo llamado "Truelove's Gutter" un disco totalmente recomendable, el más oscuro de su carrera.
Abrió la noche Alondra Bentley, artista inglesa afincada en murcia, que tiene un disco llamado "Ashfield Avenue" ofreció un buen recital de media hora sin más apoyo que el de su guitarra, en el que pedía disculpas por problemas de afonía, aunque apenas se notaron, un preludio perfecto para lo que vendría después, porque con una puntualidad británica a las nueve irrumpía en el escenario el músico inglés acompañado de su banda con los acordes de "As the down breaks" tema que abre su último disco. Nada mas terminar y después de presentarse pidió un aplauso para Alondra Bentley, "Ashes on the Fire" vino después "Lady Solitude" temas como "Soldier On", "Hotel Room" aportaron intensidad a su repertorio mientras que los arreglos de "Coles Corner" o " Open up your door" emocionaron en una sala abarrotada y callada (que raro)ante el carisma de Richard Hawley desbocado con su guitarra, aportando el toque perfecto a las canciones, con Shez Sheridan (guitarra de doce cuerdas, Slide Guitar, Ukelele) magnífico, un Colin Elliot (contrabajo), Dean Beresford (batería) y Jon Trier ( teclados) no menos espectaculares. Tras el descanso de rigor, ejecutó una versión de "Crawfish" tema de Elvis Presley, para acabar con una magistral "The Ocean", que hizo que todos saliéramos del concierto con una sonrisa de oreja a oreja. Si tengo que poner un pero, un teatro hubiera sido más idóneo, pese a todo, hipnótico.
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