domingo, 26 de septiembre de 2010

Goldfrapp- La Riviera- 25- 09- 2010



Después de una noche de fiesta, sufriendo aún la resaca lo que menos apetece es levantarte y salir a darlo todo, pero si viene Allison Goldfrapp cambia la cosa, te das un agua y te vas.

Sucede que hace mucho tiempo que quería ver a Goldfrapp, su música, su estilo, hacen que hasta la mismísima Madonna haya confesado que se ha inspirado en ella. Siempre digo que debería haber mas Allison Goldfrapp y menos Madonnas, pero mejor así. Casi siempre que voy a un concierto de alguien que tengo muchas ganas de ver acabo viendo el concierto en un lugar privilegiado y ayer no fue una excepción, en una sala Riviera, que creo que no llegó a llenarse, nos plantamos. Tras pedir un litro de cerveza, ( es un robo pagar nueve euros por un litro de cerveza), pudimos observar como Eme Dj, estaba ofreciendo una gran sesión haciendo las veces de telonera, Eme a quien apenas veíamos, como siempre, genial, mientras unas pantallas ofrecían videoclips y desfiles de distintos diseñadores, y en la entrada unas azafatas de Movistar te regalaban unas varitas florescentes, que cool todo.

Aproximadamente a las nueve y media Goldfrapp salieron al escenario, un arco plateado cómo único atrezzo para el concierto, para que más, y comenzaron con "Head First", la canción que da título a su último disco. A su último álbum el directo le sienta muy bien, canciones como "Rocket", "Believer", "Alive" o "Dreaming" sonaron muy bien, diría que demasiado bien, nos fuimos de allí con la sensación de que o lo hacían muy bien, o que había algo de playback. Repertorio basado en los discos "Black Cherry" "Supernature" y el último "Head First" con "Lovely Head" como única concesión a su primer disco, el aclamado "Felt Mountain", nada de "Seventh Three". No faltaron "Number 1", " Ride a White Horse" "Train", "Ooh La La" todos ellos con una ejecución impecable, para acabar con "Strict Machine" su tema más famoso. No decepcionaron en absoluto. Así se le quitan a uno todos los males.

lunes, 6 de septiembre de 2010

CONOCERÁS AL HOMBRE DE TUS SUENOS



Un año más, sin faltar a la cita con sus fidelísimos admiradores, vuelve Woody Allen con Conocerás al Hombre de tus Sueños. Puede que Allen pase a la historia del cine como el único director que ha rodado una película por año durante cuatro décadas seguidas.

Alfie es un hombre maduro pero que se halla en un momento de crisis existencial. Ha dejado a su mujer y se va a casar con una actriz mucho más joven que él. Su mujer tiene que recurrir a la ayuda de una vidente para serenarse, a la vez, la hija del disuelto matrimonio, Sally y su pareja Roy, se quieren, pero no pasan un buen momento, lo que hace que acaben buscando la felicidad en brazos de otras personas. Todo este grupo de personajes vivirán los típicos enredos que sufren los protagonistas de Woody Allen.

Se desarrolla en Londres, pero uno no ve otro universo que el de Allen. Matrimonio al borde del colapso, escritores fracasados con un pasado exitoso efímero (aquí Josh Brolin), guapas protagonistas (aquí Naomi Watts y Freida Pinto) con jefe atractivo y expertos en arte (aquí Antonio Banderas que por fin coge un filme interesante) y adultos haciendo de jóvenes (aquí Anthony Hopkins) para llevarse al catre una joven y extravagante chica forman esta película en la que destaca (y que a mi más me gusta) el primer personaje que se muestra, el de la madre, interpretado por Gemma Jones, adicta a las videntes, que parece que se ha escapado de una quedada de té a las 5 para darse al Whisky Escocés.

Personajes llenos de tonalidades que se dan al autoengaño hasta el tuétano, a los que Allen sabe sacar partido, pero lo hace con humor y estilo. Puede que no sea, que no me lo parece, una obra maestra, pero el esquema de Allen sigue siendo soberbio, sin duda mérito de un buen guión ("pachasco), un gran reparto con una excelente dirección de actores ("repachasco") y un original sentido del humor ("pachasquísimo"). Todo ello mientras reflexiona sobre la necesidad de tener una ilusión para seguir viviendo

Allen se guarda para el final su toque de genio, tiene que ver con el escritor fracasado, un muerto y una novela y hasta aquí puedo leer. En resumidas cuentas, una película entretenida que levanta las insignias de Allen para bien y para mal (por lo repetido ya de su esquema) pero que sin duda es de las pocas películas que se dejan ver en la floja cartelera veraniega.