jueves, 23 de junio de 2011

Día de la Música (Madrid) - 18 y 19 de Junio

         Ya llega el calor, y con el los festivales, y llegan al norte, al sur, al este y al oeste, pero en el centro ¿festivales?, si acaso el Dcode que se celebra este fin de semana (con precios prohibitivos) o este festival que se celebró el pasado fin de semana.

La verdad es que había un cartel bastante majo. Grupos como Caribou, Janelle Monáe, Anna Calvi o Glasvegas no están todos los días en nuestro país, y el precio, 26 euros por los dos días en relación calidad-precio no está mal, pero la organización ha sido lamentable, colas interminables, poca variedad de comida, cerveza como única opción para beber, una organización que parecía decir "dejemos que esta panda de modernos se cocine en su propio jugo", porque si a el calor axfisiante del pasado fin de semana le unimos las continuas colas que se formaban para (comida, bebida, conciertos) y también le añadimos que es un recinto muy pequeño para una gran cantidad de gente, la sensación de comodidad que se empieza a vivir en algunos festivales, aquí brilla por su ausencia.

Pero en lo que respecta a los conciertos, que es lo que importa, la cosa no estuvo mal, me hubiera gustado ver más pero es lo que hay. Aquí va una crónica de lo que sucedió en el Matadero:

Sábado 18:


Anna Calvi: Mientras entraba a el recinto, la inglesa acometía "Rider To The Sea" la primera canción de su disco homónimo, desafiando a un sol que pegaba con ganas. Canciones como "Suzanne and I", "Blackout", "Desire" o la gran versión que ha realizado del "Jezebel" de Edith Piaf sonaron en un show redondo, en el que Anna Calvi dio muestras de la gran voz que tiene y lo gran guitarrista que es, con un descomunal solo de guitarra final. Para mí, lo mejor del sábado.



The Pains Of Being Pure At Heart: No presté atención a Toro y Moi porque quería coger buen sitio para los neoyorquinos.
 No sé que decir de esta banda, la verdad, es que técnicamente ofrecen buenos conciertos, pero les falta algo. Su música es un compendio de pop y guitarras distorsionadas (dejémonos de etiquetas Noise, Twee, C86), una mezcla muy atractiva y muy bien llevada a cabo en el estudio. Pero en lo que respecta a sus directos, acaban sacando su vena mas guitarrera al final, con unos principios demasiado lentos y sin excesivo gancho. Comenzaron con "Belong" el tema que da nombre a su último disco, del que tocaron canciones como "Heart in you heartbreak" o "My Terrible Friend" y canciones de su primer trabajo como "Young Adult Friction" o "Stay Alive". De menos a más, pero no acaban de convencerme en directo.

Wild Beasts: Mi veto a la música moderna, ha hecho que desconociese de la existencia de estos británicos, que a mi juicio ofrecieron muy buen concierto, habrá que tenerlos más en cuenta, fue una gran sorpresa.

Crystal Fighters: Con Vetusta Morla, decidimos salir fuera a cenar algo y cuando volvimos los británicos estaban tocando. Fue un directo raro, tocaban varios estilos sin casarse con ninguno. Desde los acordes tropicales de "Plage" a extremos más electrónicos como "I Love London". Desconozco si tocaron la divertida versión que hacen de "Fiesta de los Maniquíes" de Golpes Bajos.

Domingo 19:


Ron Sexsmith: Había oído hablar de su música, pero la había escuchado mas bien poco, por eso decidí asistir a su concierto y me llevé una grata sorpresa. Un enorme recital.

Janelle Monáe: Mientras salía del escenario Rockdelux una enorme masa de gente esperaba ansiosa el concierto de la artista norteamericana. Mi opinión es que fue un show demasiado coreografiado, pero aunque la música en directo requiere de ciertas dósis de improvisación, shows teatrales como este, se ven pocas veces. Gran concierto y gran espectáculo, no faltaron sus éxitos "Cold War" o "Tightrope" e incluso una versión del "I want you back" de los Jackson 5. Esta mujer debería vender millones de discos.

Russian Red: Después de lo que se ha hablado, que si es de "derechas" que si "La Razón", "El País", "Jenesaispop", me esperaba que hordas de modernos (ultras) boicoteasen su concierto, pero no fue así. Me importa una mierda lo que piense, me importa su música y punto. Lo cierto es que guste o no guste su música, Russian Red suele dar unos conciertos bastante decentes, acompañada de buenos músicos como Charlie Bautista. Pero programar su concierto después del recital de Janelle Monáe fue un error y todo un bajón, aunque no estuvo mal.


Caribou: Tenía muchas ganas de comprobar de lo que es capaz Dan Snaith en directo y la verdad es que no me decepcionó en absoluto. Quería escuchar el sonido acuoso de "Swim" y acabé, como todos, empapado de ese sonido, pero también de sudor. Con todos los músicos apiñados en el centro del escenario comenzó su show con "Kaili", si no recuerdo mal. Mientras, caían canciones como "Found out", "Bowls" (un auténtico aquelarre percutivo) o "Jamelia" no faltaron tampoco "Melody May" o "After Hours" de "Andorra" su anterior disco. Finalizó el concierto con sus dos temas más conocidos "Odessa" y "Sun" como gran colofón final. Equilibrio entre diversión, baile y calidad para cerrar la noche. Muy grande.

miércoles, 15 de junio de 2011

¿Qué fue “lo Hipster”? – Mark Greif

      
       “Esto está lleno de modernos”
Cada vez se habla más del fenómeno “Hipster”, pero ¿qué es un “Hipster”? o “Moderno”  que  es como aquí se le llama a esta gente. Este libro trata de encontrar una definición exacta de esta palabra, y aunque yerra en su propósito, deja unas cuantas ideas y conceptos sobre esta cultura bastante interesantes, pero lo “Hipster” realmente ¿es una cultura?.
En Artista del Rocomacoco, blog en el que escribo habitualmente, alguna vez he incluido algunas palabras (nada buenas, por cierto) sobre los llamados “modernos”. Hay quién me ha llegado a decir que lo mío es una obsesión insana. Pero ellos (hay pocas mujeres hipster) nunca me han hecho nada malo, quizás he tenido algún encontronazo con alguno, pero poco más, no me han quitado una novia (sería algo que justificaría mi odio), pero su forma de ser, tan prepotentes, petulantes y sobre todo tan superficiales me enerva mucho, pero, un momento, ¿qué es un moderno?
Hay tantas descripciones posibles, que es difícil darle una que se ajuste a la realidad, todos tenemos una visión distinta sobre esta clase de gente que acaba convergiendo en algún punto. A mí, por ejemplo, me parecen jóvenes que se mueven en diferentes ámbitos,  me parece un error focalizar lo “Hipster” únicamente en el mundo de la música “Indie”, aunque en mi opinión, las definiciones que se plantean en este libro emparejándoles con este tipo de música son bastante acertadas. Pienso que el fenómeno “Hipster” no está anclado a un estilo musical en concreto, si no que es más una actitud, una pose, pero no actitud ante la vida, si no ante los demás, gente que con una apariencia llamativa y una arrogancia sin igual, podría parecer tener algo importante que decir pero acaba teniendo menos personalidad que un pantalón del H&M. Para ellos la música, el cine, los libros, la política o el medio ambiente son lo de menos, de la cultura popular y los diferentes tipos de música cogen lo más banal y vacuo: diferentes estéticas que adaptadas y readaptadas continuamente, se acaban transformando en su filosofía y modo de ver el mundo, toda la personalidad de un ser, volcada en su indumentaria, ¿qué mierda nos quieren vender?
Por eso no creo que el fenómeno “Hipster” sea algo genuinamente “Indie”, si no que puestos a pensar ¿por qué no hay ”hipsters góticos”? ¿o “hipster raperos”?, no es algo que solo se encuentre en las grandes ciudades, tu vecino puede ser uno de ellos, están por todas partes, me atrevo a decir que los peores son los“Modernos de pueblo”.
 Si todavía estás leyendo después de esta parrafada, te pido perdón, quería hablar del tema y dar mi punto de vista, por eso he aprovechado esta ocasión para hacerlo, pero ahora quiero centrarme  en este libro.
El primer paso para ser un “Hipster” es negar que lo seas, esa es una de las premisas que más se repiten en este libro, porque sí, nadie se autodefine como “moderno” o “Hipster”, incluso hay quién se cabrea cuando le dicen que es, o parece un moderno. En una situación de esas, se podría escuchar perfectamente como encoge el culo y como aprieta los puños el afectado, poniendo cara de “¡Uy lo que me ha dicho”! ¡Esto no puede quedar así! ¡Moderno yo, por favor!.
Lo increíble de este fenómeno es que cada vez se le dedican más estudios sociológicos, de hecho, este libro recoge diferentes artículos aparecidos en medios como “New York Observer” y está centrado en un simposio que tuvo lugar en 2009 en la ciudad de Nueva York, en el que diferentes artistas, sociólogos y periodistas debatieron sobre este tema.
En dicho simposio tuvieron cabida desde los primeros “Hipsters” hasta temas que van desde el capitalismo a Pavement, pasando por Williamsburg, Barcelona, Bush, Obama, la crisis económica, la revista Vice, Norman Mailer,  Slavoj Zizek, la palabra “cool”, la Polaroid, etcétera.
Tocaron muchos temas, algunos realmente rebuscados y bastante surrealistas, pero aunque pueda parecer algo “hipster” la propuesta, en dicho simposio, transcrito en este libro se expusieron cosas bastante interesantes y bastante sesudas, con momentos realmente graciosos, de hecho, no dudaría en asistir a una actividad de este tipo. Si alguna vez se hace algo parecido por aquí y me entero, intentaré asistir.
El papel de la mujer en el movimiento “Hipster”, como los jóvenes de clase media-alta de Lima (Perú) escuchan la cumbia que no han escuchado nunca antes, solo porque les viene editada y comercializada desde Nueva York o “Una Historia del South Side” un artículo surrealista que firma Christopher Glazek , son solo algunos de los diferentes puntos de vista que aborda este libro, un libro que peca al añadir al título “Una investigación sociológica” porque únicamente documenta el movimiento en la ciudad de Nueva York y en algunos de sus barrios.
Mark Greif expone tres definiciones de Hipster que unidas, forman una idea bastante buena sobre lo que es un Hipster, y trata también de darle una fecha de inicio y muerte al fenómeno, pero eso quizás sea más difícil, aunque no seré yo el que menosprecie a alguien por dedicarle tanto tiempo a este movimiento (no se lo merece) porque tiene su mérito estudiar este tema y tratarlo con respeto, ¡que mira que es difícil tratarlo con respeto!.
Aunque este libro diga muchas cosas que pueden resultar obvias sobre este tipo de gente, aporta nuevos puntos de vista y los comprime en 200 páginas que no decepcionarán a nadie que le guste o le interese leer sobre el tema, los modernos han conseguido lo que querían, que se hable de ellos.
Lo mejor: Algunos momentos hilarantes durante el simposio y algunos artículos como el de Jace Clayton o Christopher Glazek.
Lo peor: Que el libro se centre en los diferentes barrios Hipster de Nueva York.