martes, 9 de diciembre de 2014

Por Favor Mátame: La Historia Oral Del Punk - Legs McNeil y Gillian Mcain


      Del punk siempre nos quedamos con los Sex Pistols o The Clash. Inglaterra ha sabido apropiarse muy bien estilística e históricamente del punk, mientras que en Estados Unidos el punk ha englobado siempre a una amalgama de artistas de todo tipo y goza de un aire un poco más intelectual. 
Pero como expone este libro, el inicio de este movimiento se sitúa en el Nueva York de los 70. Antes que los Pistols fueron, The Velvet Underground,  Iggy Pop,  New York Dolls o Patti Smith entre otros y también surgió en Nueva York, la revista “Punk” fundada por John Holmstrom, Ged Dunn y Legs Mcneil, autor de este libro junto a la escritora canadiense Gillian Mcain. Dicha revista, cuyo propósito según explican los fundadores en uno de los capítulos del libro, era hablar de todo lo que les gustaba; las reposiciones de televisión, beber cerveza, follar, las hamburguesas con queso, los cómics, las películas de serie B y aquel extraño rock and roll que a nadie parecía gustar. De hecho, en muchas de las entrevistas que hicieron a artistas de la época,  una pregunta muy recurrente era saber cómo les gustaban las hamburguesas.
 
 Este libro originalmente editado en 1996, está contado en primera persona por muchos de sus protagonistas, músicos, escritores, artistas, managers, groupies, camellos, dragqueens, periodistas y gente que pasaba casualmente por allí. El libro narra la evolución de esta cultura desde sus inicios hasta su explosión comercial, a través de entrevistas fechadas en diferentes épocas. En esta edición (de Libros Crudos) añade otras nuevas entrevistas extra, y corrige los fallos de edición que tenía la anterior versión.

Sin ser especialmente fanático de este movimiento he de reconocer que este libro es espectacular. Como algunos de los protagonistas del libro indican, más allá de su música que podrá gustar más o menos, la grandeza del punk fue volver a la canción de tres minutos, en un momento en el que el Rock & Roll se perdía entre obras conceptuales y un virtuosismo que rozaba el sopor. Todo esto lo perpetraron algunas bandas que apenas sabían tocar. De hecho hay un divertidísimo momento que trata esto con los Ramones  como protagonistas en “Por Favor Mátame”.
 
No había leído tanto disparate sobre músicos en mi vida, drogas, sobredosis, navajazos, chaperos,  animales muertos, asesinatos, escupitajos y sobre todo, más drogas, inundan las más de 500 páginas de esta versión, que muchos definen como el mejor libro historiográfico del movimiento punk, un movimiento que nunca quiso ser movimiento.
Desde la Factory de Andy Warhol a Malcolm Mclaren o la avenida 53 de Nueva York, desde Patti Smith a Television, Los Ramones, MC5, The Stooges,  Lou Reed, Debbie Harry. Todos estos artistas cuentan muchas anécdotas y se contradicen unos a otros. Es impresionante la cantidad de artistas que han trascendido de este movimiento y por otra parte la cantidad de artistas que se quedaron en el camino por problemas con las drogas. El catálogo de disparates de todo tipo parece no tener fin en estas páginas, una mezcla de genialidad y estupidez humana,  una auténtica joya que hace que te desternilles de la risa, pero que también sobrecoge al contar muchas desgracias de sus protagonistas. Un señor libro.
 
Aquí dejo algunas de las perlas de algunos de sus protagonistas:
BEBE BUELL (Modelo, groupie y madre de la actriz Lyv Tyler): Iggy Pop fue mi novio durante dos semanas, pero yo ya tenía novio, de modo que no podía ser mi novio oficial. Tuvimos un rollo, como se suele decir, pero a Iggy le molestaba que yo tuviese novio y viviera con él. Y me hizo cambiar el agua de la cama de agua. No me preguntes por qué.
 RICHARD HELL (Richard Hell & the Voidoids): La primera vez que hicimos una gira por Inglaterra fue con los Clash, en 1977. Yo iba con la mente muy abierta, pero no sabía lo que nos esperaba y resultó ser un desastre. No solo estaba enganchado y sin saber dónde pillar, sino que el público inglés era horrible. Malvado. Era la época álgida de los lapos. Yo intentaba verlo desde el lado positivo; esta es la manera británica de decir "os queremos"; pero me cansé rápidamente.
RICHARD HELL:  Bob Quine cuida mucho sus guitarras. Solía situarse en la parte trasera del escenario, para que no le llegaran los escupitajos. Pero un tipo alcanzó la guitarra con un enorme y espeso gargajo. Él vio quien había sido y le abrió la cabeza con la guitarra.
 Luego, el tipo vino a los camerinos a pedirle un autógrafo. Estaban locos, eran como el público del fútbol inglés, unos animales acabados. Solo querían emborracharse, ponerse violentos, desagradables y enloquecer. ....
 
BOB QUINE ( guitarrista de Richard Hell & the Voidoids) cuando conoció a Lou Reed:
Cuando bajé del escenario, Lou me agarró y me dijo, "eres un gran guitarrista".
Le dije, "te lo agradezco mucho porque tú me has influido mucho".
"Eso me importa un carajo", me dijo, "eres genial, y bla, bla, bla…". Pero lo que siguió fue muy desagradable.
Me dijo, "debes saber que no estás tocando con un grupo. La música es poder y dominación, deberías imponerte y hacerte con el grupo. Deberías ir al otro lado del escenario y acabar con la tristeza del guitarrista". Alguien pasó al lado de nuestra mesa y yo le miré, y entonces Lou me dijo, "maldita sea, mírame a la cara cuando te hablo o te doy una hostia".
Me puse a reir.
"No rías ni un segundo. Hablo en serio. Si vuelves a apartar la vista te suelto una puñetazo en la cara".
Y esto mientras me decía lo bueno que era.
 
James Grauerholz (Productor): Al cabo de un rato, fuimos a un bar de striptease frecuentados por camioneros paletos. Iggy bebía sin parar. Y otra vez que me arrastra hasta el aparcamiento para hablar: "Tío, nadie me comprende, soy muy sensible, la gente cree que soy feliz follándome a todas esas chicas, y tomando drogas, y siendo una estrella, pero en realidad me siento solo, y necesito a alguien que estabilice mi vida, alguien como tú". Para entonces ya se había tumbado en el suelo, sobre un codo, y yo le imité, porque era Iggy Pop, de manera que estábamos los dos tumbados en el suelo del aparcamiento.
De pronto se enciende el motor del camión aparcado justo delante de nosotros y el tipo empieza a dar marcha atrás hacia nosotros. Mientras Iggy lloriqueaba sobre su soledad, le agarré sin avisar y dimos cuatro vueltas sobre nosotros mismos para alejarnos del vehículo. El tipo no nos había visto.
Iggy se levanta y empieza a gritarle al conductor "¡Maldito cerdo, hijo de puta, casi me matas!. ¿No sabes quién soy?, podrías haber detenido la historia del rock and roll"
 
Jeff Magnum ( Dead Boys): Los Dead Boys me estaban volviendo loco. Me preocupaba mi propia salud mental. Cheetah y Gyda  tenían dos conejillos de indias, Ace y Winkle. Winkle era blanco de pelo blanco, y ya estaba allí cuando llegué.  Ace era pequeño, de pelo rojo, y lo trajeron después. Un día, los conejillos pusieron nervioso a Cheetah  y este, como si fuese Moisés, le dijo a Winkle: “Tú vivirás, hasta prosperar. Y tú Ace, debes morir, porque tienes el cerebro tan pequeño como el mío”. Y lanzó al conejillo de indias por la ventana, como si fuese una pelota, sin ni siquiera mirar. Yo esperaba que no pasara nadie por la calle. ¿Te imaginas que dé un conejillo de indias en la cabeza? ¿Qué clase de demente puede tirar un animal por la ventana?
 
 
 
 
 
 
 
 
 

martes, 11 de noviembre de 2014

Indies, Hipsters y Gafapastas: Crónica de una dominación cultural: Victor Lenore

       Recuerdo hace unos años que la banda británica My Bloody Valentine decidió volver a reunirse tras casi dos décadas separada y en los medios se empezaron a destacar sus conciertos, su discografía (en una carrera que engloba casi 30 años, tres discos de estudio, el último editado el año pasado). Todo era un halo de grandiosidad, hay leyendas que dicen que su vocalista empeñó más de una semana en grabar las pistas de una pandereta. Pues bien, un servidor, que siempre trata de descubrir nuevas músicas, no tenía mucha idea de ellos, lo típico, alguna vez había leído sobre ellos, pero nada más, desconocía su discografía y el "impacto" que causaron.
 Por edad, tenía siete años cuando editaron su disco más reconocible, “Loveless”, pero me sorprendió ver a gente de mi edad hablando de ellos como la panacea del rock, como si fueran visionarios, como si llevasen escuchando las canciones del grupo británico desde el vientre materno y pensé, o estos chicos tienen algún hermano más mayor que les pasaba sus discos o simplemente se quieren hacer los listos. 

Es increíble ver como gente que siempre habla mal de los críticos de música o cine, acaba adoptando la misma opinión que estos vierten en los medios, siguiendo cual borregos su credo, sin criterio alguno, en pos de parecer más inteligente por hablar del último grupo de San Francisco o la última película de David Lynch. Para mí esto es el más claro ejemplo de hipster o gafapasta, o como dirían nuestros padres, el “moderno de toda la vida”, mucho ruido y pocas nueces.


Lo reconozco, me fascinan estos temas, como una contracultura, se convierte en un fenómeno de masas, como movimientos que comienzan como minoritarios, acaban adaptados al consumo más feroz, como músicas “consideradas” minoritarias e incluso antisistema llenan festivales repletos de grandes marcas. Las contradicciones que implica el mundo de la música, cine, el arte en sí, son tan fascinantes como temerarias ¿Será simple curiosidad? ¿Será tirria a los modernos? Probablemente ambas. ¿Por qué hay gente que te intenta vender que lo que escucha es mejor que lo que tú escuchas?  Yo, que soy una persona sin alardes de sabelotodo, siempre trato de observar estos fenómenos desde un punto de vista imparcial, pero cuesta mucho ser imparcial ante tanta tontería.


En este libro, el periodista musical Victor Lenore, colaborador en El País, La razón o Rockdelux entre muchos otros, hace un análisis del movimiento hipster, también llamado indie, moderno o gafapasta, y la relación entre su individualismo y su escaso o nulo compromiso político, y el machismo y racismo que impera en dicha cultura. En este libro, el periodista soriano expone que esta cultura se ha establecido como la cultura dominante con el amparo de los medios de comunicación  que, otorgan al indie más espacio que a otras músicas. Cita, que en las noticias de deportes de Cuatro suenan The Black Keys o Four Tet, que el magnate ultraderechista Rupert Murdoch invierte 50 millones de dólares en Vice, medio de cabecera para hipsters de medio mundo. Hay un capítulo dedicado a Diplo, un conocido dj y productor que roba ritmos de músicos de las favelas, sin ni siquiera incluir en los créditos a dichos músicos, para su música o la de grandes estrellas. O como Madonna al ser acusada de plagio por uno de esos artistas, ofrece al denunciante que sea su telonero en vez de arreglarlo en los tribunales. No se puede decir que el periodista no se haya documentado para tratar este fenómeno, porque no faltan referencias a otros ensayos como "¿Qué fue lo hipster?" de Mark Greif o el "Negro Blanco" de Norman Mailer o "Energy & Flash" de Simon Reynolds. Incluso frases que incluye de otra gente, como sociólogos o amigos suyos sin ir más lejos, tienen su chicha. El periodista cita webs como Jenesaispop o a el artículo publicado en El Diagonal “Machismo Gafapasta” y hay mención a como la Reina Letizia se escapa de la zarzuela para ir a conciertos de Eels o Los Planetas entre otros. Estos son solo unos pocos ejemplos, hay muchos más. El prólogo lo firma Nacho Vegas.


En mi opinión, las descripciones de Lenore sobre esta tribu urbana se acercan bastante a la realidad, pero el esnobismo y el postureo es algo que ha existido y existirá siempre y no es propio únicamente de los hipster, al contrario, ahora con internet como vehículo, se acrecienta, donde gracias al anonimato (y sin él) puedes poner a parir en un foro, sentar cátedra y arreglar el país a golpe de clic, por lo que extrapolar comentarios en páginas de internet, como la opinión de una mayoría me parece demasiado atrevido. Algo así ocurrió en casos como el de Julieta Venegas o Calle 13, en los que los hipsters se indignaron (en internet, no llegaron a tomar las calles) porque actuaban en el festivales como el FIB o el Sonorama. Casos así han sucedido en otros festivales que nada tienen que ver con el indie, como cuando por ejemplo Ramoncín tuvo que parar su actuación en Viñarock, un festival donde no ha hecho mucha gracia la inclusión de grupos como Pereza o Melendi en alguna edición. Tampoco la inclusión de David Guetta en Monegros es que gustase demasiado.
El principal acierto de Lenore está al decir que el hipster, no siente remordimientos e incluso se siente orgulloso de su consumo, y al exponer que esta tribu urbana no causa problemas políticamente. También estoy de acuerdo en que el marketing y el indie son buenos compañeros de cama. Desde luego que el libro atiza a diestro y siniestro a hipsters y no hipsters, algunos de sus argumentos son irrebatibles. Lo realmente triste de todo esto, es que todas estas definiciones, esos hábitos que tan bien define Victor Lenore, los comparten muchas más personas de lo que parece. ¿Serás tú un Hipster de esos?
Lo mejor: Aunque es triste, en muchos aspectos Lenore tiene más razón que un santo.
Lo peor: Que no se haga un análisis sociológico más profundo sobre estos temas.



jueves, 16 de octubre de 2014

Microcríticas: Discos


La verdad es que a veces la desgana, a veces la falta de tiempo, hacen que no termine de escribir críticas o me explaye demasiado, por lo que aquí voy a dejar un par de críticas que tenía guardadas, resumidas en unas líneas:
 
 Silvia Pérez Cruz & Raül Fernández Miró:  granada


      Que Refree, el productor catalán omnipresente en mil y un saraos y Silvia Pérez Cruz, ganadora de un Goya a la mejor canción y una de las voces mas talentosas del panorama nacional se junten en un disco de versiones cantadas en alemán, castellano, catalán, francés e inglés, resulta raro, pero mas raro aún es el resultado del disco.
Algunas de las versiones son muy buenas y otras resultan soporíferas. En mi opinión el disco vuela, cuando Silvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró (Refree) se desmandan y pierden el respeto a las originales. El resto, suena demasiado académico, demasiado respetuoso, demasiado impostado.
Para escuchar:  Acabou Chorare, Hymne a L'amour y sobre todo Mercé
Lo mejor: Silvia Pérez Cruz.
Lo peor: Se echa en falta más riesgo.
 




Caribou: Our Love
 
     
Hace unos años que el canadiense dio el  petardazo  con temas como "Odessa". En "Our Love", Dan Snaith ha vuelto a inundar nuestros oídos con ese peculiar sonido acuoso que destilaba "Swim" el anterior disco del canadiense.
Canciones como "Can't Do Without You", "Our Love" o "Your Love Will Set You Free" te gustarán si te gustó su anterior trabajo, pero además hay sorpresas como "Silver" o "Dive" canciones muy a lo James Blake , o la hipnótica “Mars”.
En definitiva, un señor disco.
Para escuchar: Our Love, Mars, todo el disco en general.
Lo mejor: Que Dan Snaith siga explorando nuevos caminos en la música pop.
Lo peor: Pues de momento, no se me viene nada a la cabeza.
 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Lost In Music: Una odisea pop

    
     
Hoy en día, apenas hay circo en la música, la actitud de las estrellas del rock, parece haber quedado para las fotos promocionales y las entrevistas y los escándalos, se resumen en tweets y virales que protagonizan las féminas del pop actual. Atrás quedó la música como movimiento contracultural y/o azote del sistema. Da igual el tipo de música que sea, todo es frivolidad y postureo. Pero lo peor de todo es que todo esto se trata en los medios con una seriedad y un “rigor” que da vergüenza ajena.

 Necesitaba una historia como Lost in Music, en donde su autor,  Giles Smith habla del fanatismo desde el punto de vista de un artista fracasado. Sin la pomposidad de otras biografías, el británico comienza su historia, explicando que cuando era niño, quería ser y vivir como Sting. Las historias detrás de cada vinilo, cada casete, cada cedé y la compra compulsiva e incluso robo de música es algo con lo que cualquier melómano se tronchará de risa al leer este libro, un libro en el que artista, habla de su fracaso, desde su amor a la música.
 
 

EL libro, publicado en 1995 se adelanta a todos estos cambios vividos en los últimos años en la industria musical. Contado en primera persona por Giles Smith, habla de su relación con la música, desde el episodio en el quería ser Sting hasta cuando estando de gira por Alemania acaba metiéndose sin querer en la parte oriental. Una sucesión de historias, sobre sus amistades, sus grupos y sobre sus artistas preferidos, con la música como protagonista, todas ellas abordadas con la pasión de un fan, la visión de un músico y la ausencia total de sentido del ridículo.
 
 
 
 
Si eres un apasionado de la música, seguro que te sentirás identificado con Giles Smith. Sus manías de bibliotecario con su colección de discos, momentos que vivió con sus ídolos. Son tantas las historias que hablan de estrellas de rock con comienzos  casi marginales que acaban teniendo éxito, que ya aburren.
 En este libro Smith se ríe de sí mismo, contando sus batallas por convertirse en una estrella del rock, y aunque fracasa, por el camino deja grandes y tronchantes historias. El acierto del escritor británico es optar por contar su historia desde el prisma del humor. Aquí la ampulosidad que destilan biografías de rockstars no tiene cabida, y el sentido común acaba haciendo acto de presencia. Los Orphans of Babylon, Cleaners From Venus, bandas de las que formó parte Smith, que nunca llegaron al éxito, centran parte de la historia, pero los apartados para otros artistas del libro brillan por lo que tienen detrás, pura pasión por la música. El de Colchester, una ciudad en la que lo único relacionado con la música que había sucedido fue, que un día los Beatles pararon a comprar caramelos en una tienda. Lost in Music, también explica también la poca información entre la gente de su generación sobre los contratos discográficos.

El libro se completa con un epílogo escrito en la actualidad por el propio Giles Smith.
Si te gusta la música, sea cual sea el tipo de música que te guste, debes leerlo.
Aquí dejo algunas de las perlas del propio libro y un video de los Cleaners From Venus:
 
-          “No hay nada como el pop para abstraerte, pero sucede al revés: no hay nada como el pop para centrarte en ti mismo.”
-          “Cuando estábamos atravesando Londres en dirección a la autopista, me di cuenta que íbamos a cruzar media Europa en lo que era, a todos los efectos, un castillo infantil inflable motorizado”.
-          “La mera realidad es incapaz de destruir el sueño del pop. Es como un despertador de una tira cómica, que sigue sonando mucho después de que sus piezas vitales hayan sido destrozadas con un bate de béisbol.”
 

 

miércoles, 2 de julio de 2014

Californication: Hasta siempre Hank Moody

                  Si soy sincero, al principio era contrario al fenómeno de las series de hoy en día, muchas de ellas cutres, pero la crisis en el cine actual, y el hecho de que estamos en la edad de oro de las series, con buenos argumentos, buenos actores y sobre todo buenas producciones, ha hecho que me rinda a un buen puñado de sitcoms, aunque he de reconocer que no he llegado a Californication hasta hace escasamente un año, cuando vi un capítulo de la quinta temporada con el rapero y productor musical RZA, en el que interpretaba precisamente a un rapero y productor musical llamado Apocalipsis Samurái. Pensé, que si este tipo, que en sí encarna todos los tópicos del Hip Hop, es capaz de reírse de sí mismo, esta serie no debía que estar nada mal, por lo que me he tragué las seis primeras temporadas del tirón. Me alegro de que haya sido así, porque la espera entre temporada y temporada se me hubiera hecho eterna. Pero todo lo bueno acaba,  y este domingo tras siete temporadas las aventuras y desventuras de Hank Moody han echado el cierre.

    El primer capítulo de esta serie es una declaración de intenciones en toda regla, una iglesia, una monja, una felación. Así comenzaba esta serie allá por el 2007, protagonizada por David Duchovny, a quien todos hemos conocido como el Fox Mulder de Expediente X ,  un "San Benito" que se ha quitado con un personaje hecho a la medida del antiguo agente secreto del FBI. Tanto creería en Californication el propio actor norteamericano , que ha sido uno de los productores. Una serie que empezó con muy buenos datos de audiencia en Estados Unidos, pero a la que las posteriores reubicaciones en la parrilla televisiva, y un alargamiento en exceso (como la mayoría de las series) han hecho mucho daño, hasta acabar sin pena ni gloria, con bajos datos de audiencia. Californication siempre se ha movido entre la línea de lo políticamente correcto y lo surrealista, tratando algunos temas tabú, con una elevada carga de sexo, riéndose de todo, del Hip Hop, del Rock, del cine, de los escritores, en fin no ha dejado títere con cabeza.


En España se emite actualmente en Energy, pero creo que hasta la quinta temporada. Ambientada en Los Angeles, se ha reído en múltiples ocasiones del establishment hollywoodiense.  Los que hemos caído en el encanto sinvergüenza de Hank Moody, echaremos de menos personajes como Karen (fantástica y sobria Natascha McElhone) una mujer con clase, que deja en un buen lugar al género femenino de la serie, Runkle (un extraordinario Evan Handler) el agente pajillero, Becca (Madeleine Martin) la benjamín del grupo y a la vez la más cuerda de todos o Marcy (Pamela Adlon) una mujer que es un disparate en sí. Personajes  desternillantes como Eddie Nero, Lew Asbhy, Atticus Fetch, Stu Beggs o el anteriormente citado Apocalipsis Samurái, han sumado con sus apariciones, además de cameos de músicos como Marilyn Manson, Sebastian Bach o Tommy Lee.

Quizás, para el género femenino pueda resultar algo machista, por el papel que han interpretado muchas mujeres, como meras compañeras de cama del protagonista, pero con las protagonistas, en Karen y sobre todo en Becca,  redime el papel de las mujeres en la serie, otorgándoles el sentido común que le falta a su protagonista masculino, dándole la elegancia y la sobriedad y mesura ante mujeres que se derriten por un cuarentón resultón. Pero como he dicho antes aquí nadie se libra, y a los hombres también le ha tocado con su variado catálogo de zafiedades y meteduras de pata. Pero no creo que haya que interpretar la serie como una guerra entre hombres y mujeres, después de todo el amor (y el disparate)  es lo que mueve la serie.



 Sí, Californication no deja de ser previsible, como todas las series, pero en mi opinión ha destacado por su ruptura con lo políticamente correcto, encarnada en Hank Moody, un macho alfa que bajo su sirvengonzonería , esconde un buen corazón, un antihéroe que la caga una y otra vez en la búsqueda del amor de su vida. Repleta de humor negro, no sé si será de las mejores series de los últimos años, pero si es una de las más reseñables, aderezada con una gran selección musical, a ratos parece una canción de The Doors.
Espero que se hagan más series del nivel de Californication en el futuro, solo nos queda decir con la voz lo más aguda posible:
¡¡Hasta siempre motherfucker!!

 Lo mejor: Su irreverencia.
Lo peor: A ratos previsible.
 


 

domingo, 17 de febrero de 2013

Searching For Sugar Man

      Como todo en este mundo, la música se está yendo al garete también. No hay mas que echar un vistazo a las revistas, a los anuncios que me encuentro en el metro cada día, todo es puro cliché, tíos que se creen demasiado y mujeres que se visten de tontitas para promocionarse, ante un público que los escuchará una vez y los enviará a la papelera de reciclaje.

Hoy en día, mas que nunca, en la música se echa de menos el "circo" que llevaban detrás los David Bowie de turno años atrás, el misticismo que tenían los artistas de hace décadas, eso ahora no existe.

Antes si tu querías saber algo sobre un artista desconocido como Sixto Rodriguez, debías emprender una aventura como la que emprendieron varios de los protagonistas de este documental. Hoy todo eso se ha perdido, teclea en internet el nombre de tu artista favorito que sabrás hasta las veces que se ducha, por eso historias como la de este artista de Detroit son necesarias para ver el poder que tiene la música.

Searching For Sugar Man aborda como dos fans buscan saber algo sobre un artista del que nada se sabe, del que rumoreaban que se había suicidado en el escenario en un show ante un público descortés con su música, todo un vacío de información de sobre un músico que ha marcado una época en Sudáfrica, en el que solo por el hecho de saber mas sobre él acaban encontrando algo espectacular.



 Y es que aunque aquí resulta inverosímil, la realidad siempre supera a la ficción. Este documental habla de la mas cruda comunión del artista con sus fans. Al final te preguntas como un artista como Sixto Rodriguez ha podido pasar desapercibido hasta ahora.

 Desde la tiranía de algunas discográficas a los primeros músicos sudafricanos que se rebelaron en la época del Apartheid tienen cabida en este documental en la que la música es casi lo de menos y donde la realidad y el mito se fusionan para dar una historia digna de una novela, pero real como la vida misma.

Sobran las palabras, una historia apasionante que deberías ver si realmente amas la música independientemente del estilo musical que te guste. Emocionante.

Lo mejor: El momento del concierto. Todo el documental en conjunto.

Lo peor: Excesivo en el culto al artista.





viernes, 10 de agosto de 2012

Cocorosie - Royal Festival Hall (London) - 4 de Agosto

     Un servidor que pensaba que Londres en plenos juegos olímpicos iba a ser un caos, todo lleno de gente, un infierno... Pues nada de eso, quizás los altísimos precios de los vuelos (una burrada) tengan la culpa, pues oye, al final tampoco se está tan mal. Prueba de ello es que te puedes ir a ver un concierto de Cocorosie a orillas de Támesis sin retrasos, agobios ni nada por el estilo.

Ando muy dejado en plan conciertil y es que esta ciudad te absorbe sin que te des cuenta. Pero ojeando internet un día me percaté que Antony Hegarty comandaba un festival llamado "Meltdown" y que gente como Diamanda Galas, Marc Almond, Lou Reed o Joan As Policewoman actuababan en dicho evento, amén de otros actos en los que participan gente como Marina Abramovich y como la única vez que había visto a Cocorosie en directo me gustó mucho me decidí y compré los tickets para dicho concierto. Además de ser mi segunda vez en el Royal Festival Hall, un auditorio en el que es una gozada ver un concierto con una acústica perfecta, cómodo y tranquilo.

Casi sin tiempo para tomar asiento saltó al escenario Yasmine Hamdam, una artista libanesa que en principio no estaba incluida en el festival, pero la caída del cartel de Rajasthan Roots propició su inclusión en esta edición de Meltdown. Sin mas apoyo que un sintetizador y un bombo o guitarra (dependiendo de la canción) ofreció un gran recital lleno de sonidos arabescos y unasensualidad hipnótica. Anteriormente formaba parte de un grupo de electro-pop llamado Soap Kills. Sencillamente genial. Aquí dejo un video de la artista.


Pero sin apagar las luces siquiera, en apenas un par de minutos, ¡zás!, fuera instrumentos y de repente aparecieron un par de bailarinas y Jenny 6, o Nomi Ruiz (Hercules And Love Affair)no se cual es el nombre artístico que ha elegido. Cuando todavía estaba paladeando los bellos acordes del concierto de Yasmine, una suerte de pregrabados dance y bailes lascivos (mira que tiene que ser difícil moverse con los taconazos que llevaba) ponían la nota petarda a la noche. Nunca había visto un espectáculo de estos en directo y la verdad es que tampoco estuvo tan mal. Nomi Ruiz tiene una gran voz y esa música tan machacona tiene su encanto, y mas aún si el mismísimo Antony Hegarty aparece en el escenario y se pone a cantar "Prisoner Of Love" y calienta a un público tan frío como el inglés. No encontrará en mi a un fan, pero sus canciones son carne de pista de baile.

Pasado ya ese trance y con una cerveza en la mano, las hermanas Casady saltaban al escenario, sin guitarras, bajo o elemento de percusión cualquiera, dando todo el protagonismo a ese juego de voces de las dos hermanas. Cuando oyes a Sierra Casady con esa voz solo te queda quedarte con la boca abierta. El primer tema era nuevo y solo cantaba Sierra, mientras que el segundo fue "Tearz For Animals" la canción que da nombre a su reciente single. Poco después sonó "Undertaker" primera canción reconocible para el público para que el grupo dejase unos minutos de protagonismo a Tez, el Beatboxer del grupo que mostró sus dotes y su repertorio de ruidos, Sensacional.

Despues caerían "Smokey Taboo", "R.I.P Burn Face", el nuevo single "We Are On Fire" o "K-Hole entre otras", todas, muy diferentes a como suenan en sus respectivos discos algunas casi irreconocibles o la siempre emocionante versión en directo de "Fairy Paradise". También sonaron "Werewolf" o "By Your Side" en la que Yasmine Hamdam y Nomi Ruiz salieron al escenario e interpretaron junto a las Casady dicha canción con el escenario lleno de divas. Como broche final "Beautiful Boyz" junto a Nomi Ruiz, mientras todos esperábamos que Antony Hegarty saliese al escenario, pero al final no fue asi. Al final todos tan contentos. Gran concierto de las de Nueva York, probablemente uno de los shows mas originales que te puedes encontrar hoy en día sobre un escenario.




Fotos: Jason Williamson